El proyecto Casiñas Mariñeiras nace de la ilusión de sus propietarias de compartir y poner en valor un legado, testigo modesto pero de gran encanto y dignidad, del origen de Portosín, villa marinera en la que se encuentran ubicadas.

La hospitalidad y la familia son valores que están detrás de este proyecto. La hospitalidad entendida como dar lo mejor de nosotras mismas para que nuestros huéspedes se sientan a las mil maravillas, en un entorno donde se mima cada detalle. Y la familia, porque es de donde brota toda la ilusión para poner en marcha este proyecto.

Casiñas Mariñeiras está compuesta por dos casas situadas a 50 metros de la playa, ubicadas en la parte sur de la calle San Andrés, antiguo Camino Real. Casa Tía Amparo fue construída entorno al año 1812, durante el proceso de industrialización de la ría de Muros y Noia, la cual se produjo a través de la instalación de diversas fábricas de salazón salpicadas por toda la ría. Esta industrialización supuso la transformación radical del territorio, produciendo cambios arquitectónicos, sociales y económicos, dando origen a la conformación actual de Portosín.

Casa Taberna Vella, ubicada al inicio del Camino Real que aprovechaba las antiguas vías romanas que pasaban por Portosín, muy probablemente se instaló para abastecer de víveres a los caminantes. No tenemos constancia del año exacto de construción, pero ya aparece descrita en un documento de 1812 como una instalación vieja del lugar. Así que uno de los encantos de Taberna Vella es la historia que soportan sus preciosos muros de piedra que se pueden apreciar en las estancias inferiores de la vivienda. Taberna Vella es un sueño hecho realidad a través de la rehabilitación que se realizó en 2018 en donde lo contemporáneo y la tradición van de la mano.