Cuando pensamos en playa, solemos pensar en vacaciones, tiempo de calma y de desconexión. Efectivamente, esa es una pequeña parte de lo que nos reporta la presencia de esa masa de agua salada llena de vida que nos rodea.
Respirar profundamente e impregnarnos de ese olor a brisa fresca tiene un efecto significativamente beneficioso sobre nuestro organismo. El mar es, sin lugar a dudas, una fuente de salud natural. Desde la antigüedad se reconoce su poder curativo y ya Hipócrates, padre de la medicina moderna, recomendaba la utilización del agua del mar como terapia para algunas dolencias, pero fue en la época romana cuando los tratamientos con agua de mar alcanzaron su máximo apogeo y llegaron a ser tan importantes que hasta el mismo Nerón hizo llegar hasta sus baños de la Domus Aurea de Roma agua de mar con el fin de disfrutar de las cualidades de esa agua en la misma capital del Imperio. La utilización del agua de mar como fuente de salud fue decayendo, como tantas otros aspectos humanísticos, en el oscurantismo de la Edad Media, hubo que esperar al siglo XVIII para ver renacer de nuevo el interés por la hidroterapia creándose nuevas técnicas de aplicación del agua de mar y desde entonces el interés del mar como fuente de salud, belleza y bienestar no ha parado de crecer.
En la costa, el aire está repleto de iones negativos. Los iones son partículas que forman parte de la atmósfera, del aire que respiramos, y que pueden tener una carga positiva o negativa. A nuestra salud, benefician los de carga negativa, que se generan donde fluye el agua, los rios y los mares y en los bosques. En contraposición, en los lugares cerrados, con presencia de muchos aparatos eléctricos o momentos antes de una tormenta, abundan los positivos. Por otro lado, en el aire de la costa abundan los oligoelementos y el ozono, nutrientes que incorporamos a través de nuestra respiración. Dicho esto, ¿cómo afecta, pues, la brisa marina a nuestra salud?
- Estimula nuestros neurotransmisores, especialmente la serotonina u hormona de la felicidad
- Despeja la mente
- Ayuda a conciliar el sueño
- Purifica el sistema respiratorio
- Reequilibra el PH de la piel
- Favorece el equilibrio emocional
Nuestras Casiñas Mariñeiras están emplazadas en el Océano Atlántico, popular por su pureza. Disfrutar y beneficiarse de las playas y las calas de la zona puede ser una magnífica oportunidad para regalar a nuestro organismo el mimo que la vida urbana no nos permite.
Puedes consultar la disponibilidad de nuestras Casiñas Mariñeiras aquí